Los regadíos del río Iregua son una de las zonas de riego tradicional de la cuenca del Ebro en la que el "mecanismo" de aprovechamiento del agua, con una antigua y arraigada tradición, está basado en un aprovechamiento en "cascada", en el que el recurso sobrante de cada una de las zonas regadas pasa a la siguiente para su utilización.

La superficie en riego, del orden de las 9.500 ha, se concentra en más de un 95% aguas abajo de Islallana. A partir de aquí el Iregua "se ramifica" en una red de acequias que riegan desde Fuenmayor a Murillo de Leza y Agoncillo. El río se divide en doce ríos o acequias, cinco de ellas por la margen izquierda (Antiguo, Trujal, Somero, Isla y Mercado) y siete por la margen derecha (Mercadillo, Miguel, Acedas, Vadillos, Varea, Pradolagar y Batán).

La dedicación productiva del regadío es diversa y abarca desde los cultivos extensivos como la remolacha y la alfalfa, pasando por los frutales, en particular melocotones, pera y ciruela, hasta las hortalizas para consumo en fresco: alcachofa, lechuga, tomate, pimiento, etc.

El cereal y la viña, aun cuando acupan superficies importantes, utilizan el recurso agua en menor medida que los restantes cultivos, pues en ambos casos las lluvias suelen cubrir las necesidades de agua del cultivo a lo largo de su ciclo biológico, si bien el riego bajo condiciones de sequía permite mantener la producción y, en el caso de la vid, la obtención de mostos de adecuada calidad.

Actuaciones Previstas en el Iregua

El Plan Hidrológico del Ebro prevé la mejora y modernización de los regadíos del Iregua mediante la modulación de tomas, la construcción de balsas de riego, la mejora en la red de acequias y su adecuación a un sistema de riego a la demanda, medidas todas ellas tendentes a mejorar la eficiencia y facilitar la gestión.